mayo 20, 2009

Popo la esclavita

M dice: cuentame un cuento rams dice: shiiiiiiiii tema? M dice: una esclavita rams dice: jijiji yaaa M dice: que tiene que ver a su amo y no se ha portado muy bien rams dice: me suena familiar.... cuento de ¿lo que piensa o lo que pasa...? M dice: Ambos Esta era una vez una esclava negrita, llamada Popo. Vivía al costado de la carretera, pertenecía al dueño de una posada. El lugar era famoso por los estupendos alojamientos y porque además tenía una amplia gama de manjares para servir a los comensales. Incluso había quienes salían de la cuidad, sólo para probar sus delicias El principal deber de Popo era llamar la atención de la gente que iba por la polvorienta carretera mediante pañoletas de colores y algo de su encantadora actuación particular. Descargaba los aceites ya inútiles de la cocina encima de la tierra, "perfumando" el ambiente para los hambrientos viajeros. Barría, aplanaba y aceitaba, evitaba que el polvo se levantara demasiado. El patrón llevaba largo tiempo ausente, por negocios. Popo lo extrañaba muchisisisisiimo En la primera semana de sin él, ella se había portado como una reina. En la tercera - cuando ella suponía que su Amo estaba pronto a regresar - inició una seria campaña para que se notara cuan comedida y obediente podía comportarse. Había cuidado de las vacas y las gallinas, ahorrado aceite para la cocina, mantenido impecablemente limpio cada dormitorio. Puso énfasis en traer buena clientela y con valor se empecinó en echar a aquellos que llegaban de mala manera a obtener beneficios de su Amo. Los demás empleados estaban maravillados de su actuar, por lo que al llegar carta del Amo inmediatamente le respondieron alabando las conductas de la esclavita Popo pensaba que él llegaría en el día festivo. Sin embargo esperó y esperó y esperó… se fue poniendo triste y agria a medida que caía la tarde. Después que las estrellas iluminaron la vereda (que permanecía limpia, aromática, sin una brizna de polvo, ausente de viajantes) la pobre tenía los ojos nublados de lágrimas y los puños apretados de rabia. Varias horas estuvo atisbando el horizonte, mientras la mayoría de los empleados iban devuelta a sus hogares en la cuidad y los esclavos de la hospedería seguían en sus labores. Pero con tan pocos inquilinos, en realidad sólo restaban las guardias y dormir. Popo regresó pasada la medianoche. Iba pateando cuanta cosa se le atravesaba en el camino Hasta que el viejo cuidador de cerdos la detuvo. La enfadada Popo se dejó llevar por malas palabras, reclamos sobre su dueño. El anciano tuvo que calmarla, con mucha paciencia y recordarle que no tenía ella permitidas esas expresiones. Popo refunfuñaba que no le habían dicho que no vendría, ¿que acaso no se daban cuenta que llevaba 7 días preparándose, dejando todo impecable?… ¿? _ Y él muy prisco se queda de juerga sin importarle lo que se le necesita aquí en la hospedería Elio le contó que los letrados habían afirmado en una carta alabanzas sobre su buena conducta y que el amo sufriría una decepción de saber como se conducía ella ahora. Pero Popo en lugar de cambiar, se enfureció más aun, le parecía inconcebible que los demás se hubiesen enterado de la continuación del amo en la ciudad, y no se lo hubiesen comentado. Doblemente terrible era que Don Zackarias Schort, quien siempre le llamaba “su regalona”, la olvidara de esa forma, sin especificar cariñoso mensajito de paciencia para ella. _ Por último que me mandara ir hasta donde está fondeado, el muy ... Popo se alejó del vetusto trabajador bastón en alto cuando le advertía por duodécima vez que controlara su vocabulario soez. Al día siguiente no se levantó, ni atendió los desayunos, ni a los animales, ni a los pasajeros, simplemente remoloneó en su cama hasta que el porquero vino a removerla. La conocía intensamente, por dentro, como si la hubiese criado. La chiquilla se negaba a salir de debajo de las sábanas, soltando palabrotas tan fuertes, que hasta el mozo de cuadra se quedo perplejo bajo la ventana. Subió y encontró a medio camino al veterano. Este le impidió ir hacia la malhablada Popo _ Déjala - le dijo - Popo aun no comprende qué es. Aprenderá del amo, cuando regrese Popo lo oyó, dando de inmediato por supuesto que tendría chipe libre hasta entonces, y como estaba enojada, triste y asustada .... pues hizo zamba y canuta Solía acostarse muy tarde, pues después de atender a los pasajeros que le cayeran en gracia se ponía a dar tumbos por la cocina y la despensa, creando composiciones gastronómicas de su agrado asaltando sin piedad las vituallas del resto. Muchos días pasaron, con la panza parada decidió que era hora de entretenerse con algo más que alimentos. Así que se dio maña para entrar en las madrugadas al dormitorio del amo, y hurgar entre sus pertenencias. Encontró pañuelos, sedas, telas con dibujos hermosos. Se fue probando tenidas, pues también encontró un espejo de tamaño gigante. Completó la 2da semana bailando con los ropajes y miriñaques del amo. Desgraciadamente para ella la pillaron in fraganti cuando accidentalmente, al pisar el borde de una capa, tropezó rompiendo una parte del gigantesco espejo. No era nada grave para el espejo... pero para Popo era como el fin del mundo. Ahí supo que su dueño estaba relativamente cerca, pues enviaron un emisario a darle una carta, acusándola. Cerca, cierto, pero no vendría hasta dentro de varias semanas más, y aun así... ya estaba notificado de sus malas conductas. Popo puso interés en que los demás empleados notaran que pensaba enmendarse. Volvió a las levantadas temprano, las acostadas cumplidas con el horario, y algunas labores voluntarias ... hasta el cuarto ocaso. Para su desgracia y furia escuchó a un escribiente decir que el patrón estaba tan tan tan ocupado en los negocios de la ciudad, que ni siquiera había abierto la carta de disculpas de “su esclava favorita”. Se habia esforzado en escribir, ella que rara vez habia escrito más que su nombre. Popo tomó uno de los caballos y desapareció al amanecer. El amo pudo verla desde sus aposentos citadinos espiando el modo de colarse al fino alojamiento donde laboraba. Popo llevaba un gran morral, repleto de cuestiones obviamente propias del amo. Él lo encontro jocoso,... pero supo que debía corregir aquella mala idea de sacarle sus cosas y de arrancarse a verlo sin permiso. _ Popo, devuelve mis pertenencias a donde estaban -ordenó desde la ventana sorprendiéndola Popo dió un salto de susto al oir la voz del amo y se sorrojo bajo su negra piel hasta el punto de asumir un color violeta M dice: Jejeje aqui le toca Popo empezó a reclamar, suavecita la voz, de que quería tenerlo en casa... casi sonaba como una esposa. El amo rió, con ternura le recordó su lugar, como esclava y sus deberes en la hospedería. Todo lo dijo por la ventana, pero fue claro, severo, justo y atento. Popo volvió con el rabo entre las piernas, y obedeció a su amo, quien llegó el cuarto día una noche después de haber mandado avisar a Popo que lo esperara despierta El amo entró a sonriendo a Popo, que lo esperaba en su silla de la cocina de la hospedería. Popo se arrodilló ante él y se soltó el delantal, lo único que la cubría. Quedó desnuda postrada a sus pies. Desde aquella visita imprevista a la ciudad, se había esforzado el doble por atraer clientela al negocio, por lo tanto rara vez cubria sus posteriores... menos aún sabiendo la fecha y hora de arribo del amo. Popo percibía el aroma de la madera confundiéndose con el de los pies de su dueño, y pasaba el tiempo tan lenta, desesperantemente sin una palabra o una seña, mientras hundía su cabeza entre los brazos, pegada al suelo. Popo sentía susto, y a la vez paz, una confusa sensación de alivio mesclada con culpa. Cuando la mano del amo se posó en sus ensortijados cabellos negros, un escalofrio de placer le recorrió la espalda. Con la diestra de su dueño hizo sonar la hebilla del pantalón... entonces la oscura piel de Popo se puso de gallina y tragó saliva estremeciéndose - Cuentame esclavita ¿qué has hecho en mi ausencia? - dijo con esa voz dulce y severa que la cautivaba tanto ... y continuará despues pues me ha dado la 1 de la madrugada de hoy 21mayo2009 editando este relato original hecho durante el chateo del 31 enero 2009. Clavita debe dejar de enfriarse en la computadora muack muack rams de M

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