agosto 06, 2010

El 10% primero

Me llamó a su regazo a "conversar" asuntos pendientes... sobre cómo me había portado. Puse mi guata en su rodilla y ciertamente pronto pude comprobar cuanto había incrementado la potencia de su brazo en los meses de ausencia.
Mis cachetes recibieron variadas intensidades de palmazos; antes de quedar a poto pelado ya no contenía aquellos pataleos que consideré indignos de mi curriculum de spankee experimentada. Pero M me aclaró que para él no era extraño, porque yo todavía no tenía a mi haber un castigo de los en serio firmado de su puño y letra, por así decirlo.

Con pucheros no simulados hube de ir por la paleta de cuero. Esa cosa quema, cual si mi traste fuera mortadela y su efecto el de una sartén. La paliza ardía. El "diálogo" me llevó al borde de las lágrimas, corcoveando en OTK, asida con los dedos engarruñados a la ropa de cama para evitar mi impulso urgente de esquivar y poner pompas en retroceso hasta el suelo.

Igual fallé, la coordinación entre mi mente de esclavita y mis spankee-nalgas (que definitivamente NO son de acero) aún no fue completada. Pedí perdón, culposa total.

M magnánimamente me lo concedió con toda su ternura y toda su autoridad.

De rodillas, abrazada a sus tobillos, con la cabeza gacha y avergonzada sentí como con su batuta de madera orquestaba en mí una sinfonía de chillidos y lloriqueos incontrolables. Mientras concentraba mis esfuerzos en mantener mi posición ¡juro que quería ser obediente! Mi Amo puede dar testimonio que lo intenté.

Después la waska hizo su entrada triunfal. Nada más verla se me arruga la anatomía posterior, todavía. Quedé de pie a merced de lo que sabía me merecía, de espaldas a mi dueño, entregada al aguaite, nerviosa, expectante, con los oídos aguzados y los ojos entrecerrados. Silenciosa en movimiento y de impacto sonoro brutal, la waska aterrizó hechizando la habitación con su indescriptible ruido contra mi carne. Creo que inmediatamente comenzó a brotar desde mis interiores el llanto ese ahogado, casi gutural, con gritillo hipado y gruesos goterones salados derramándose por mi rostro compungido...

Este fue el primer 10% ...y reconozco que hubo gran misericordia de parte de M.

2 comentarios:

  1. Ains! Nena! ¿y solo llevas un 10%? Pobrecita :) Aún así, recuerda que llorar nos hace más fuertes, aunque en esos momentos parezcamos unas mocosas :)
    Un besito desde España y ánimos para seguir con el tanto por ciento que te falta.

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  2. niña mia, llorar es bueno, descarga, el amo se siente bien ,(aunque le duele mas que a ti el castigo), y haces catarsis de la vida, a que te sentiste mas livianita, y sigo creyendo que diez porciento del todo es poquitin, poquitin, flojitin flojitin
    anonima del anonimato anonimado, se te quiere y lo sabes

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